

¿Qué podemos esperar? El contexto actual no es alentador. La política mexicana, siempre sumisa ante los Estados Unidos, ahora lo es más que nunca. Tampoco es alentador que Hugo no sea el ejemplo del líder discidente que enfrenta a los grandes poderes, y su sumisión ante Televisa, principal promotor del estancamiento del futbol nacional, y el América, sus halagos desmedidos por ese equipo, por Lapuente y su añeja asociación a esta empresa como analista invitado a eventos futbolísticos internacionales lo atestigua. Los partidos amistosos no existen, es la verdad, ni siendo muy europeo y ni siquiera muy del norte de Europa, como de Finlandia o Noruega, el extremo más alto de nuestra desquebrajada civilización, existe el partido amistoso, y menos cuando juega México, en los albores del Muro de la Vergüenza, en el momento más reaccionario del gobierno americano en contra de nuestros paisanos

Si Hugo quiere demostrar que esta es una nueva era en la selección debería decirle a sus pupilos que no sólo salgan a ganar, sino que salgan a comerse vivo al rival, a recuperar la supremacía de la Concacaf desde el primer minuto de esta nueva era. Sin duda la valentía está en muchos de los jugadores, los repatriados han demostrado tener unos güevos de oro, porque salir campeón de la Champions League con el Barcelona, irse solito a Holanda a rifársela en el PSV, irse al futbol alemán (¡Al futbol alemán, por el amor de Dios!), sacrificando lo económico, lo personal y exponiéndose a las actitudes más antiguas e incivilizadas de la vieja, y todavía muchas veces retrograda, Europa, para eso se requieren huevos.
Más allá del escepticisimo de muchos, de los sueños ("Mamá soñé que Hugo nos sacaba campeones" "Yo también m'hijo") de muchos más, habrá que ver si Hugo tiene el valor, o si le vale. Estoy convencido que Hugo ve este trabajo no como el trabajo de sus sueños, lo que sería ideal en un entrenador nacional, que vie y sufre por sus colores, sino como la plataforma para el verdadero trabajo de sus sueños, que es dirigir al Real Madrid. Creo que si la oferta de dirigir al Madrid llegara la próxima sem

Mientras que en épocas como la Edad Media y el Renacimiento la gente vivía interpretando los signos y símbolos que la vida cotidiana les presentaba, ya fuera en el cielo o en la tierra, y dependiendo de estos signos tomaba decisiones sobre cualquier asunto, nuestra época se ha caracterizado por una completa falta de interés por lo trascendental, por aquello que significa más que una palabra, lo que está detrás de las palabras, que es su significado, palabras como honor, dignidad, honestidad, justicia, verdad, mentira, etc., entre muchas otras. Los pretextos que pueden surgir después de un mal debut son muchos, todo nos los sabemos: "Es nuestro primer partido", "es un primer ejercicio", "los muchachos estaban cansados por el viaje", "todavía falta mucho por hacer, pero es un buen primer paso", "es sólo un partido amistoso, no hay que darle demasiada importancia", "hay que asimilar el sistema". Creo que Hugo debería aprovechar la oportunidad y vivir este encuentro con todo el simbolismo que tiene, darle importancia a cada minuto del partido, al desempeño, a la estrategia, a la enjundia y al resultado. Que tome a este partido como un signo o símbolo de lo que va a ser su estadía al frente de la selección, porque lo quiera o no, lo será. Así pues esperemos que dentro de unos meses no estemos diciendo "Qué poca madre, tan lejos de Dios, tan cerca de los Estados Unidos y con Hugo de entrenador".
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